el grupo razonable de hombres
se reunió en el cálido fuego
de sus miedos
camino al arroyo
veía como lloraban sobre sus rumores derramados
acontecían llenos de culpa, la tierra les marcaba el contorno
poniendo frontera a las porciones, evidenciando sus caderas
de regreso y con la ropa limpia escurriendo mi carácter
ya dormían como menores opacos, desabastecidos de sueños
respiraban en un coro nauseabundo
lo que pude hacer:
embarré mis botas a propósito
escupí lo mas lejos posible
me alejé hasta dar con la piedra
la misma que repite mi naturaleza
me recuerda quien soy, el viento
y lo poco
sí, el grupo de hombres razonables volverá a tirar de la soga para estar a la altura de sus pantalones
mi trayecto al arroyo sucederá sorpresivamente
entre la vez pasada
y esta
y lo poco
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