miércoles, 10 de marzo de 2021

te pedí que me despiertes

no sé si es mucho pedirle a mis muertos 
que se ordenen un poco en esta existencia. 
en este pequeño ambiente que soy

- un ruido terrible, ollas y cucharas sobre el hambre: metálico y vacío  
peldaños enteros frenan en mis rodillas y barras filosas amenazan la nuca 
todas las columnas centrales se desviven por desmoronar material sobre mis hombros -

mis ideas están temblando en el rincón 
donde nuestro sentido del humor atesoraba carcajadas, 
un poco a modo de reserva para los tiempos de guerra
como los pactos que hacemos los que nos parecemos, 
cuando quedamos solos descubrimos nuestra temperatura corporal 
y los combates ya tienen otros fuegos


te pedí que me despiertes antes de irte

maldigo el sueño y su despropósito, 
su extensión sobre mi cuerpo cansado, 
los párpados caídos y estas pupilas extasiadas de interior

maldigo sábanas sobre mi dejadez, no haberme puesto de pié 
(uso el eje de cartera por dios / así es la ebriedad cuando se incorpora) 


te pedí que me despiertes antes de irte.

ahora estoy abombada de muerte
demasiada horizontalidad para comprender raíces
(si queremos nos parecemos, me hablo para tapar estas voces)

no sé si es mucho pedirle a mis muertos 
que se ordenen un poco en esta existencia
voy a armarles un refugio amable, para que se conozcan
a ver si logro dejar de buscar 
el amanecer ideal de las partidas

es una falta de respeto que asumo, 
y parte de la provocación de este encierro 
en el lugar que no existe 
mis carencias están en sus cuerpos
 

en eso, alguien grita mi nombre y arroja un hueso al aire, 
lejos, bien lejos y salgo corriendo, con todo este pelaje al viento, 
con la mirada fija en el objeto atravieso lo que sea, 
salto para tomarlo al vuelo: 
el sentido radica en el encuentro 
con la tierra el polvo, el impacto y los latidos


parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...