están inquietas, rupestres
las mujeres de los padres
turistas ateos que creen en los santos
comulgan sobre las imágenes arrepentidos
flor y jalea debieran ofrendar
si fueran devotos y un poco dios
pero les pasa que
tienen ocupaciones
reloj, y entre las agujas,
el metabolismo
flor y jalea debieran ofrendar
si fueran devotos y un poco dios
pero les pasa que
llevan portafolios
mal cerrados
y hay demasiado viento
están inquietas, rupestres
las mujeres de los padres
fijas en labores, en sus rituales
en sus vidas, grabadas todas,
con la cosecha que sangra manos y vientres
con unas lanzas inexplicables
cazadoras, cantan
el recuerdo, mi niña
y las hijas madres que están enteras
y las hijas madres partidas,
pasan en una fila
en este,
mi sueño semidiosa,
mi vigilia semidiosa,
y acarician la roca
con el amor como callos
que destellan
y ellos, los que mencioné antes,
los que debieran ofrendar
flor y jalea,
si fueran devotos
y un poco dios,
desean y lloran sobre el relieve
son espectadores
y en tal caso,
si no despierto antes
buenos alumnos
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