otra vez el gesto de la estatuilla de al lado
la santa de las cosas pequeñas y resulta ser que nada quiere decirnos
dice que es un gesto involuntario
como si algún nervio soltara hombro codo y mano
en un látigo de auxilio
las ranas brillantes esperan a mi lado la primavera
que nos deje algo sobre este mueble
el mundo espera ser lustrado
Buda digiere las cosas, lleno de polvo, igual que los demás
menos que el cenicero y los cuencos
las carpetitas tejidas marcan la clase y la fe
yo no sé que soy, llevo un pegote en mi lado derecho
desde la reunión de aniversario
no sé que soy, un souvenir de los ochenta
una artesanía de niña
dios! los ademanes de la virgen,
serán las visiones que salen del vapor
del contraste entre materia y oxigeno
cuando el rayo de sol nos hace de faro?
o la fiebre de los cachados
no puedo asumir ningún compromiso
porque acaso aquí todos son figurativos?
pero que mundo mueble este, sobre el que deposito las ganas de mi superficie áspera
(sin dudas no me han terminado)
tengo ganas de besar
una porcelana fría
todos son figurativos en este estante de clase media?
todos somos recuerdo de alguien, de algo,
y negamos el tiempo para seguir existiendo?
yo no sé que soy
(sin dudas no me han terminado)
la forma se aproxima a una foca
pero en el reflejo de un cristal cercano,
soy el gorro de un duende en escala
a centímetros de mí - yo cosa rara -
está la piedra que me gusta
llegó una noche, ebria
apretada en un puño de sudor
y allí quedó cerca mío
y que coincidencia!
cada vez que siento amor en mi pecho abstracto
y olvido no saber quien soy en mi pecho abstracto
y mí corazón late suelto imaginado abstracto,
esa virgen me hace el ademán aquel
que dice que no es nada
que es involuntario
y me dan muchas ganas de sacudirme
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