es de lo que dura un milagro
que quería hablarte
(pero vení, vamos más lejos
querés beber algo?)
la cosa es muy simple e increíble a la vez:
resulta que mi deseo creció en poco tiempo,
mucho, demasiado y se desmadró
se salió de sí y nos inundó
humedeció nuestros pies primero
y luego terminamos nadando en él
hubo noches de luna sin reflejo
se propagó en otros cuerpos
y me sobrevino una culpa de esas religiosas,
de confesionarios, las que hacen doler el pecho
(como si allí se atoraran el pecado original y los otros)
pero ya hasta las iglesias estaban desbordadas de mi fiel querer
lloré mucho,
en ese tiempo lloré todos los días
apenas pude comer
(a mí, a quien solo le ofrecía algo la naturaleza,
dios, cuanta tristeza)
ver proliferado mi último presente,
multiplicado en cada rostro,
en cada gesto,
me hizo vulnerable
y quedé ciega
(pero vení, vamos más lejos
querés beber algo?)
tanta oscuridad tuve,
que me hice de la idea del milagro
de eso te quería hablar,
a toda esa tragedia le puse un nombre
una palabra un diagnóstico
y pude descansar
(al comienzo sobre mi propio cuerpo
después sobre camas)
y ahora que ha secado el sol las cosas
y ese deseo es todo tuyo
y cuando vuelva a ver también,
a mi lado estará el mío,
necesito que me ayudes
a no encandilarme
a entender
que al milagro se lo llama
de algún modo
quiero bailar
ya vengo
con algo para beber
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