usted me propuso escribir, Martínez
acerca de la alameda
y me ví en grandes problemas
empecé por arriba
sobrevolando la cabellera de una pequeña asustada
desconociendo la altura no pude aventurar palabras
no sabía la edad para un lenguaje acorde
me clavé en el horizonte
entrecerre los ojos
y ahí estaba
La alameda
pero en una sola palabra
Ovillo
No me alcanzó, Martínez
corrí hasta el tronco
y al abrazarlo
solo fui alma
se abrió mi pecho
y grabé desprolijas manchas
sobre toda la corteza
(sentí una felicidad de niña)
No me alcanzó, Martínez
corrí hasta su base
hundí mi cuerpo en sus raíces
y se me regó lo siguiente:
toda la fiesta sucede aquí abajo, se bebe en la oscuridad
se alimenta el espíritu para fortalecer la vida allá afuera
en un intercambio de nutrientes
abajo, gesta de raíz, condición obrera
(como dice simone)
arriba, contemplación, poder y amarse
Soy la tierra ahora, Martínez
y no puedo escribir nada
estoy muerta de texto
me quedé sin aire parece
para quien quiera intentar la alameda está ahi
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