Escribo en un salvavidas
historias circulares, que empiezan y casi no terminan
porque salva-vidas
aunque deban morirse
Esa es la ventaja de escribir
sobre grandes profundidades
y la pena de no lograr tocar el fondo
jamás
Siempre se están salvando
las palabras, a lo sumo se borronean
con la sal del mar
pero se vuelven a plasmar
sobre Salvador Naranja
¡Victoriosos los cuentos
que por algún motivo,
no saben nadar!
No hay comentarios:
Publicar un comentario