martes, 4 de agosto de 2009

No me acuerdo... si dormía!


El plato de comida, que en un momento fué la cena,
se enfría de la periferia al centro
(el centro siempre mantiene un poco más el calor)
durante horas.

Esas son las horas del taconeo, aunque en casa siempre esté descalza, ayudan a la ebullición de mi fastidio.

Luego la cena apretada en el "taper" que con tapa equivocada va a la heladera,
y ya todo olvidado para el comienzo de mi sueño..... o no tanto

Cuando duermo no se quien soy, por lo tanto no se quien es él.
Por supuesto, no comprende esto e insiste en acostarse a mi lado como mi esposo
Y el problema aparece en el desayuno, junto al café instantáneo
que nos encanta.

¡Ya le dije que no venga tan tarde!



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