sábado, 1 de agosto de 2009

Ambiguo sin puntitos


Sucedió que el día había amanecido ambiguo
Pasaron horas en las que me levantaba de la cama
cuando el rayito de sol entiviaba mi cara en el fuego ponía la pava,
pero ya las nubes lo tapaban
y así varias veces, de la cama a la cocina
desafinando en mi sueño,
armonizando al despertar

y componiendo confusiones...

S e h a c í a d e n o c h e y d e d í a e n e s a m a ñ a n a

Florecía y marchitaba
iba y venía
tomaba el mate y lo destomaba
soñaba y anotaba

La noche en el día es un problema, como el no sobre el sí, como el re sobre el mí.
Y así a ese día lo llamé jornada por primera vez...

y m e s e n t í g r a n d e

No fuí a trabajar, fuí a cumplir con mi jornada laboral
Recuerdo, que durante toda la jornada, estuve quitando y poniendo mi abrigo,
aún dentro de la oficina sin ventanas




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el potencial de la herida

o secando al sol o aquí con mis manos muralla  para que no todo se derrame hurgando hasta quitar la infección o vendiendo gasas en la fronte...