no me digas que no he traído nada de nuevo,
que otra vez solo tengo mis manos para estirarte los ojos,
en un mantra la china horizontal que calma,
lo sabemos por indicación: debo ocupar mis terminaciones siempre
no te preocupes, ya mismo conseguiré algunas ramas secas
o dos piedras desprovistas de suavidad
estos puertos en mi distancia son casinos de fichas
que caen y salen solas de las máquinas
son anfetaminas que escupen las conquistas
alucinadas con mi religión pampeana
le digo que no, que es el polvo sagrado que se mete en cada lugar pliegue o abertura de mi cuerpo
con propiedad terrateniente en potencia sobre mí, con las de ganar,
conquista una canción de amor y detrás del fraseo las notas son feroces p
no me digas que ni siquiera he llegado aún
a tu territorio húmedo, que estoy meditando doblando las medias
llorando apenas en riego,
porque no llueve
porque no llueve
y a veces no llueve como quiero
pero a veces no llueve
no me digas que ahora de tanta repetición
ya me armas desmontable
modelo de tres o cuatro partes
que se subdivide y así hasta lograr cosmos
pero nada mas
y voy a decirte que así sucedía
cuando yo era agua
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