miércoles, 24 de junio de 2009

a la distancia justa


a veinte metros de las hamacas había una señora

de cabello claro, petisa y muy gorda

que en el momento del golpe, dibujó la secuencia de la hamaca

el desmayo, los árboles, la pareja que se besaba, la arena y cada grano,

el viento, un aeroplano, el campanario, la casa verde, el vendedor de pochoclo, la viejita y el carro, la mano con el termo, la boca con las palabras, la poesía de la memoria de una niña, la salud del equilibrista, la brisa, una mochila con ruedas y una patineta, el hombre sin lentes, el tobogán y la sombra, las medias y el perrito.


la señora dijo que no era una artista


luego todos salimos de su papel

2 comentarios:

Anónimo dijo...

un saludo también se siente dibujado y le gusta la idea.

Leticia Chopi Sofiro dijo...

si, que lindo que le guste, un saludo, la idea de ser dibujado
(suspiro)

eso que está ahí un poco arrojado es mío

che ese texto  que adolecía en el baño con las palabras sucias y la garganta seca, que confesaba en idiomas y en éxtasis todo su relato es e...