martes, 22 de enero de 2008

En enero contra el suelo

Hace una semana aproximadamente llegué desde San Luis de una manera muy especial. Parece que fuí a dar con el suelo del barrio de Flores de la Ciudad Autónoma de Buenoa Aires, de golpe... de un salto involuntario desde el Cerro de Oro en la Villa de Merlo hasta acá, tardando días en despegarme de las baldosas del pasaje donde está ubicada mi casa. Curiosamente mi cráneo con el cerebro y todo eso, estaba intacto, por lo que me fué muy complicado pensar en ese regreso repentino. Mi cuerpo cansado, muy cansado, con un poco de fiebre y mareos.

Luego de unos días tomé la decisión de guardar aunque sea, la carpa en un armario.
Al tercer día, puse los dedos en aceite hirviendo para ver si todo era un sueño, y si yo, tal vez, estaría en verdad en las maravillosas sierras, respirando un increíble aire puro, a los pies de un arroyito de agua cristalina...
En el Instituto del Quemado me pusieron una crema antibiótico y me vendaron toda la mano. Luego volví por una curación, y cuando la enfermera quitaba mi piel con una tela y veía estrellas de esas que duelen, caí en la cuenta que no tengo fe. Necesito tener fe, al menos para decir: "por dios" o "ay dios mío" con certeza que estoy diciendo algo coherente.

La cuestión es que bruscamente regresé y acá estoy: diciéndole a él todo el tiempo que no creo estar acá, que como puede ser, que para que la ciudad, que porque no un pueblo, que las montañas, que la música del agua, en fin...

En cuanto termine de arreglar la vereda de casa (porque la rompí al caer y porque algunos vecinos se quejaron) voy a relatar un poco ese viaje a San Luis.

Encantada de volver.

1 comentario:

ann dijo...

de la cabeza en el suelo es horrible la imagen ...
de los pedacitos de materia gris (que mierda es la materia gris????) dsperdigados por ese pasajitono pienso ni hablar.
pero de la quemadura de la mano.... hay que ser boluda!!!
ilove you

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...