miércoles, 10 de enero de 2018

mecánicos

en mi primer década entendí
que andar es movimiento
dejar de pedalear caerme
y otra vez las rodillas
si había brisa
yo era el motor
y si había agua
la salvación

si tengo el chasis tengo casi todo,
pensaba a la altura del pecho de los adultos
la grasa en las manos de mis tíos marcaban rutas
las bobinas eran para hipnotizar niñas de cobre,
era claro en la oscuridad del taller,

si tengo el chasis tengo casi todo
pensaba en los ochenta sobre mis diez
y en casa sobre las hornallas las bujías,
porque se empastan
y entonces la batería no anda
y hay que empujar el auto
y cuando arranca verlo alejarse
para intuirlo luego por detrás
y cuando esté a la par, subir
sublime

se puede amar lo que sea
ruedas, volante, motor, frenos
velocidad y burros de arranque

el trabajo del taller mecánico
fué una de mis primeras lecturas

la fosa jamás me ha dado miedo
además he visto a mi padre
chupar nafta por una manguera

clavé los frenos en el medio de la ruta, puse el de mano y me bajé. Entré un poco en los pastizales y me puse a hacer pis. Había estado todo el viaje bebiendo recuerdos, que son como las frutas, se hacen agua rápidamente. Me picó un bicho que no ví, en la pantorrilla. Volví al auto y el sol del mediodía me dejó sin sombra, toda caliente sobre el chasis. Puse el primer cambio y el horizonte empezó a acercarse.




No hay comentarios:

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...