Cuando peligra la vida
porque la única avenida
desemboca en la noche cerrada
allá al fondo,bordeando el descanso eterno
de los muertos intranquilos,
todo es un solo día.
Morir en Flores
no tiene suerte
solo amigos para llorar
por no haber visto todas las estrellas
y por la falta de pan.
Cada día se da vuelta una casa,
acá abajo, en Flores
Derrumbes cotidianos
sepultan el desorden
ordenan todo lo roto:
fragmentos de abrazos, hojas de libros,
latas, sobres de impuestos, pensamientos.
Y si es un solo día, todo
y el barrio tiene empedrada
la única avenida hacia el bajo
rodando pero sin jugar
se amontonan las vidas
contra la pared del fondo
Morir en Flores
parece una carta
puede ser un tiroteo entre almas
una soga una granada
una bacteria un virus
o no despertar una mañana
No hay velatorios en Flores,
se muere nada más
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