jueves, 13 de agosto de 2009

Otra vez arróz


Adora el arróz, pero... otra vez?

Había prometido, mientras se entregaba a la Fuerza de Gravedad y a la Bonita Suerte,
que amaría más, allá afuera.

Que una vez que saliera y el primer rayito de sol secara sus lágrimas
tomaría aire y empezaría de nuevo
Sonrisa cómoda en la boca, ojos cristalinos, frente despejada, agradecida de haber subido, de haber salido, de haber volado bajo el agua.

Asombrada.

Sí, tal vez el asombro fué lo que la llevó a no poder creer haber llegado a la superficie.
Y como suelen suceder las cosas en femenino, no creyó y entonces olvidó Todo.

Camino tres pasos,
pisó una almeja en la arena,
se lastimó el pié
vió el color de su sangre
recordó el sabor del ultimo vaso de vino
el sol se cubrió de nubes
la sombra trajo lluvia, trajo de todo

Enojada por haber olvidado que se había quedado corta, pero que había logrado subir...

Siguió el humo,
como sonámbula,
dejando sus huellas,
se acercó otra vez al borde

... allí, donde muy rara vez, se puede pensar...
(¿El asombro es varón?)

2 comentarios:

Adriana Rearte dijo...

El asombro es varon (y algunas veces baron). Las sombras que provocan las consecuencias de ciertos tipos de asombro pertenecen siempre al género femenino.

Leticia Chopi Sofiro dijo...

Bueno, el ying y el yang.
Si solo te asombraras, quedarias en un estado alfa... ja

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...