se acerca el fin del año, y con él un montón de fines
y no se si alguien recuerda mi "bola de cosas" de la cual escribí algo el año pasado también para esta época. Aún está
Me gustaría estar más liviana para este fin de año, no para poder comer mas en año nuevo sino para poder nadar mas rápido, para poder deslizarme con más facilidadNo me refiero solo a bajar de peso, sino a llevar menos cosas... Cuando estoy tan cargada, viajo malLos sábados por la mañana son casi tan complejos como los domingos, porque no salgo de mi casa rápidamente y me encuentro con la pila de sus platos, la pila de sus papeles, la pila de sus peces, la pila de tierra, la pila de voces, las pilas sulfatadas sobre el piso de madera...
En el desayuno, mientras otra vez saboreábamos el café instantáneo, él me dijo que entendía que yo no tolere las pilas que el no se dispone a tirar (o a ordenar) pero entonces yo debía entender que él ya no me tolere a mí.
¿A mí? ¿Entera?
Me sentí una pila en mi propio ser,
tal vez yo era una de sus pilas, esa que yo misma quería que el tire entre otras...
Oh no! Pensé, pensé... yo tiro y ordeno todo todo el tiempo, pero debo admitir que a veces busco algo sabiendo que ya está en el camión de la basura, con algún cartonero o aún en la vereda... pero que ya no recuperaré.
Esta vez, respiré profundo (creo estoy mejor de los bronquios sin medicación) y me fuí, cortando la discusión (se que él se alegró porque pudo concentrarse en su tarea, la de olvidar)
claro, me fuí con toda la cabeza inflada de pensamientos, como si allí estuviera concentrándose la solución al conflicto de la salvación del universo, aunque fuera solo el descubrimiento de su pila en mí o de mi pila en su ser... luego de unos minutos
fuí logrando alivianar la cuestión y ya todo encontró su respuesta sin avisarme, a veces pasa.Como siempre, viene otro año y empiezo a balancearme arriba de la palmera, es un ritual. Desde allí arriba veo diferente y si no se parte el arbol pronostica un año de evolución y de dale para adelante.