domingo, 21 de septiembre de 2008

paro docente


Una niña, un niño, varios niños y niñas esperan con el lápiz en la mano y la mirada fija en los labios de la maestra, atentos, silenciosos, para escuchar la primera oración.

La escena parece detenida en ese instante anterior a la emisión de la primer palabra. Alguna paloma vuela en el patio, pero nada se oye. Por eso parece una pausa. Una estampa, una foto de ese momento en el que los niños esperan que las palabras no sean complejas, que sean claras, lindas, que formen una cálida oración, que se nombre el punto y aparte si es necesario y que la "H" se marque con una respiración profunda o con un cómplice gesto.

En esa imagen se detuvo el tiempo, en los ojos espectantes e inquietos de los alumnos.


Acción, y por fin la maestra dice:

Señores padres el día miercoles 17 y jueves 18 de septiembre los docentes se adhieren al paro por lo tanto no habrá clases...


Cierran sus cuadernos.

Cierran las puertas de la escuela que no tiene docentes porque deben dejar de enseñar para poder continuar enseñando luego, para que los niños tal vez puedan escribir otra oración... con palabras lindas, simples, con o sin errores de ortografía.


Los alumnos entonces deciden hacer un picnic en la plaza porque pasarán días sin escuela. Sonríen, pero no festejan, solo ocupan el espacio vacío con algo que los divierta y los invite a jugar un rato. Una pausa para seguir aprendiendo.


Los docentes dejan el aula tristes y vuelven porque enseñar es lo que saben y quieren el reconocimiento que se merecen.




2 comentarios:

Anónimo dijo...

No me gustan los paros. No tienen resultado. Sólo tiene resultado la negociación interesadísima sindical. Comentario negativo.día gris.

Leticia Chopi Sofiro dijo...

estoy absolutamente de acuerdo con vos... será el día gris? o será que la lucha comienza por otro lado?

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...