sábado, 5 de julio de 2008

Porque me había ido, regresé

¿A que no te vas? Me dijo él.
A que sí. Soy otra. Le dije.
¿A que no te las tomás? Me dijo él.
Sos grosero. Le dije frunciendo la naríz
Me refiero a las vacaciones. Me dijo el frunciendo la naríz
Sí, me las tomo. Le dije frunciendo la naríz
El se quedó riendo y se hizo pequeño, muy pequeño. Junto a la casa pequeña y a toda la manzana ya chiquita.

Pequeños todos desde lejos se ven
Viendo pequeño desde lejos, se ve más
Mucho más y todo pequeño
Barrios enteros pequeños, manzanas y ciudades
dejados por un rato para ser observados
Como cuando un artista se aleja de la obra de arte
para verla más pequeña pero entera

Tan lejos me fuí que observé el campo y la ciudad
en una misma bola óptica
Miré con atención, aún con la naríz fruncida:
Una vaca en Argentina estaba parada con sus manchas gastadas, era una vaca vieja lechera. Un niño tomaba leche en Canadá y su mamá le hablaba en francés. Y en Buenos Aires, los gobernantes debatían en el Congreso mientras se tomaban una chocolatada.
La vaca estaba cansada, se notaba.

Es que desde lejos se ve todo. Lo que sucede es que cuando te acercaste con la gran idea de Cambio, en ese trayecto lleno de emoción, al llegar te olvidaste. Porque te olvidaste la llave puesta y eso te lleva a pensar en la repetición instalada de la queja de la llave puesta y lo caro que sale un cerrajero luego de las 20 horas.

Aún con la naríz fruncida.
Las vacaciones me las tomé, pero no las cobré.
Me las descontaron del sueldo, porque no pude traer fotos de ningún lado... y hoy el sistema exige certificados de todo: Y la foto con tu familia mateando en la playa?
No pude explicarles que no eran ese tipo de vacaciones.

Viste? No te fuiste. me dijo él
Sí, me fui y vine, mientras vos aún estás aquí, riendo. Le dije
Se lo dije con la naríz fruncida, porque evidentemente había algo que me disgustaba, motivo por el cual me había ido, motivo por el cual había regresado.

Por las noches sueño que la vaca está reunida en el Congreso, debatiendo la posibilidad de retenernos a todos nosotros, los seres humanos con naríz fruncida. En el sueño comienza a llover, los pastos crecen, las vacas reunidas festejan, dejando de lado el debate para más adelante.

Me habré ido? Espero que no se entere, pero estoy dudando.

2 comentarios:

Adriana Rearte dijo...

Seguro que te fuiste.
En otro orden de cosas (o en el mismo), happy de saber que hayas decidido volver.

Anónimo dijo...

Volviste! feliz de poder leerte!.

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...