jueves, 10 de abril de 2008

hoy no mi amor, por favor

Volvimos a hablar antes de su próximo viaje

(Con dolor de cabeza)
No me mires así, vos me contagiaste
Todos nos contagiamos Todo, le dije.
Otra vez empezás con la misma lata, me dijo.

Claro, el se sentía muy mal. Todo su cuerpo le dolía. Entero y afiebrado. Caliente, tan caliente que apenas me acercaba sentía treinta y nueve grados.
Cuando uno está enfermo el otro no. Cuando uno está bien, el otro está enfermo. "Intercalados por favor en nene nena nene nena", nos enseñaba la fila india en las clases de educación física en la escuela, y así esperábamos con aplomo a que simplemente se rompa la fila para comenzar a correr.
Un paso adelante del virus para que no me alcance, cuando él está enfermo me llevo todo puesto, porque corro hacia adelante mirando el virus que viene detrás.

Pero... en la noche de su virus brotaban palabras de su boca seca. Y sin lograr conciliar el sueño tuve un diálogo con su inconsciente:
-Pero que te parece? Si nada se cae, nada se levanta, repetía una y otra vez.
-La plaza con Palau, la plaza con Cristina, la plaza con Los Niños jugando, como es posible no encajo ya en ningún lado, donde figura mi casillero? le dije. Está bien que nada se caiga.
-No hay nada allá atrás, solo un vacío negro.
-Bueno mirá, amor, no empecemos con eso porque no sabemos. Tratemos bien a los animalitos, porque nosotros mismos podemos ser un animalito en nuestra próxima vida y te aviso, la semana próxima, yo no como más carne.

Entonces en su estado de calor y agua me dijo que si no comíamos más carne moriríamos, que estamos rompiendo con lo que se denomina "Cadena de Destrucción", en la que el que se queda afuera, se va primero. Es decir, perdiste por intentar salvar el planeta, cuando todo el mundo te advirtió. Solo se (sobre) vive empujando un enorme tacho de toxinas y aguas contaminadas hacia el mar, y si no empujás tu tachito, te caés dentro, y solito nomás busca su destino...

-Ay por favor, lo que hay que escuchar cuando tenés más de treinta y siete y medio.
Tal vez mañana piense caliente, ahora te voy a poner unos pañitos fríos en la frente y en las muñecas, sabés? Así vas a lograr descanzar y entonces también yo voy a dormir.
En eso estaba cuando comienza a contarme la historia del patito feo, tan pobre el relato en cuanto al paisaje del contexto, que tardé unos cuantos puntos y comas en darme cuenta que era ese cuento. Pero la historia era terrible por la subida y bajada del tono de su voz: PORQUE NADIE LO QUERÍA narraba de golpe con un volumen altísimo, EL PATO NO ERA UN PATO y entonces en voz bajita, bajita:

-el patito al final era hermoso, sabés?
-Sí? Que bueno, me da miedo
-El miedo tenés que tenerlo para saber que hay días en lo que te sentís segura, amor
-Sí? Que bueno, no sabía
-Hay muchas cosas que aún no sabés porque nadie te las enseñó o porque tal vez, no hubo manera de que te entre algo en esa cabeza
-Sí? Vos decís?
-Claro que lo digo por eso vos lo escuchás... o encima estás con algún patito fuera del agua? Eh?
-No se, no se, la fiebre no te baja
-Claro que no me baja porque todo mi cuerpo está luchando contra el virus, y es muy fuerte. Hagamos el amor.
-Eh?
-Sí, el amor se hace, solo no es
-Ajá, pero hoy no mi amor, por favor.

Para ese tipo de cuadros virales no hay ningún tipo de medicación que acelere el curso de la enfermedad para curarse pronto. Igual, todo se acentúa en aquellos seres que viven perturbados de alguna u otra manera. Ibuprofeno o paracetamol. Reposo, cuarenta y ocho horas. Si la molestia continúa consulte a su médico. No se automedique ni se autoanalise, tanto la medicación errónea como la pura subjetividad tienen enormes efectos y defectos colaterales.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hoy si, y todos los días... Escribí y da a luz en lo virtual o el libro, patrimonio que supo acunar mi familia. Se escritora, y que se vea tu trabajo, que es reflejo para la gente, que es arte y que se merece ser leido. No seas egoista... Exelente todo
Ale

Anónimo dijo...

me desmayé, gracias muchas...

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...