jueves, 21 de febrero de 2008

Cuan Lejos y las Ocho Cosas


Cuan lejos se puede estar para no pensar (ni tocar)

Estábamos desayunando con café instantáneo y tostadas con dulce de arándanos (porque están de moda los arándanos y además hacen bien al aparato urinario) y observaba como se buscaba a sí mismo.
Crujía el pan tostado en su boca mientras aparecía su imagen. Inetelectual, sensible, astuto y discreto aparecía en los medios donde él se estaba buscando.
Eramos dos mirándolo: él y yo. Sin embargo veíamos a diferentes personas.
Sorbo tras sorbo de café. Pensaba en las miradas y los medios, en los ojos y los filtros.
Otra vez pasaban los desayunos en silencio desde hacía ya un tiempo.

Estaba pensando en el poco tiempo que compartíamos y que como el café y la taza, terminaban en la cocina, vacíos, cuando se me presentaron las ocho rodajas de pan tostado sobre el plato.
Ocho minutos habían pasado desde que lo miré por última vez, mi vista estaba ahora en la harina refinada, cocinada y rodajada.
Los panes como cosas.
Esas ocho cosas que quisiera hacer antes de morir.

Inmediatamente recordé que desde muy pequeña decía que iba a vivir hasta los treinta años. Como la práctica zazén me enseñó, dejé pasar de largo aquella idea o recuerdo y lo miré.
Estaba tan lejos.

Que él me mire, que él me hable, que él me abrase, que él me escuche, que él me bese, que él me juegue, que él me aparezca, que él me busque.

En ese momento la gata me rosó con su cola y siguió hasta el cuarto de las niñas. Desde allí salieron risas hermosas como música y pensé otra vez en las ocho cosas.
Entonces me gustaría seguir riendo con mis hijas siempre, viajar mucho y a todos lados, vivir un poquito en Lisboa, tocar tan bien el violín y el tambor (casi para unir Europa con Africa en un solo sonido), leer todo lo que deseo sin perderme entre las páginas, tener una casa de campo, nadar en mares, comprarme un espejo... buscar y encontrar

...y así, si hubiera nueve panes en mi mesa, agregaría una cosa. Pero ahora cada vez quedan menos.
Porque nos los comemos con el dulce de arándanos, porque hace bien al aparato urinario y para compensar el daño que nos provoca el café instantáneo, que nos encanta.

Fue una entrada exraña. Un pedido de una amiga de expresar las ocho cosas que me gustaría hacer antes de morir... Escalofrío

5 comentarios:

Adriana Rearte dijo...

Chopi,
Adoro tu estilo. Bravo por las ocho cosas !!

ann dijo...

chuleta!!!
es que los arandanos son buenos para el aparato urinario???
y por que es tan importante el aparato urinario???
en fin ...
deseo todo lo que quieras y mas , pero sobre todo que nunca dejes de reirte orque tu risa es muy contagiosa.
iloveiu

Anónimo dijo...

Gracias, también deseo vuestras ocho cosas como mínimo...ha, y por favor no se mueran!!!!! No se a ustedes, pero a mí me faltan unas cuantas... de corazón.
Chopi

Mirta Alvarez /noventa90producciones dijo...

Sofiro!!! Que te puedo decir que no te haya dicho !!! Ocho cosas de mínima.
Seguí escribiendo tenés estilo Chopi !!!

Leticia Chopi Sofiro dijo...

Gracias Mirt!! ocho cosas... ocho.
Porqué no fotografiás las ocho cosas que no podrías o fotografiar antes de partir a la Dimensión descocinada? O desconocida? Ah! porfa, que no sea el autopista...... jaja

parte del hábito

                                                                                                                  a la hermana Bety         ...