lunes, 30 de abril de 2007

"y nadie la aplaudió"

…sin embargo siempre sentí un peso en la nuca. Acá. Y puta, siempre volvía a sentirlo. Y años pasaron hasta que me dí cuenta que era mi propio pié, que al estirarse así… porque si hay algo que hice siempre como complemento de la actuación fue expresión corporal, me pisaba la nuca… es decir que mi propio pié se oponía a mi objetivo. Conflicto que analicé cual estructura dramática y dije: Fuerza oponente, hay que destruirla. Cómo? Con el pié que queda. Con el que está a mi favor, con el que por suerte la naturaleza nos dota a casi todos. Así que con el tiempo no solo dejé de saltar con una pata sola sino que dejé de pisarme la nuca, por eso hoy estoy acá….
(es un fragmento de las nuevas palabras que acumulo para representar escénicamente)

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